Me decidí a ir a terapia porque hacía meses que estaba muy desorientado, con angustias frecuentes, y sobre todo mucha tristeza y frustración. «Yo solito» había identificado (más o menos) cuál era la posible causa de mis problemas, pero estaba totalmente perdido a la hora de buscar la manera de hacerles frente. Ana me guió en un proceso muy constructivo hasta que yo mismo me conseguir dar respuesta a mis dudas. A través de conversaciones, dinámicas y ejercicios, a hizo que viera los problemas desde una perspectiva nueva, y así poder trabajar. Es curioso, porque durante todo el proceso sentí que era yo mismo el que me daba «respuestas» a mis «problemas» … Los mismos problemas que durante meses no había sido capaz de resolver sin la guía de mi terapeuta.
Estoy muy contento de haber seguido un tratamiento con Anna. No sólo por el resultado, sino también porque el trato, personal y profesional, hizo que desde el primer día me sintiera muy cómodo en la consulta, y me lo pasara muy bien en cada sesión.